Poema de bodas

Poema de bodas

Romance castellano

Blancas  son y al cielo alcanzan

de Burgos torres altivas

que a Castilla dieron patria

y a Burgos ciudadanía.

Catedral de catedrales

do los reyes a porfía

disputan tu entronamiento

Virgen Sagrada María

Beatriz, Mauricio, Enrique,

Fernando de obispos guía

a la Madre de Dios Hijo

bajo tus torres ponían,

trono desde el que a los cielos

subes y bajas, María,

mediadora de los ruegos

que los humanos prodigan.

A tu catedral venimos

Sagrada Virgen María

eleva de tus valores

la nuestra escasa valía.

A tus pies, manso regazo,

el Arlanzón rumoroso

serpea y caracolea

alegrías infantiles de amor,

de boda, de vida,

de mil promesas felices,

ecos de otras mil sonrisas

que el viento lleva en sus soplos

a remotas lejanías.

Galana moza en primores

amaneces hoy Castilla

para esta boda señera

noble entre nobles, que avivas

de azul tu velo celeste,

mieses oro en telas ricas.

Los que a ti se llegan, Madre,

del ánima su hidalguía

son hijos de bien nacer

limpios de corazón, seña

que de labor y trabajo

hacen su virtud primera.

Bellos son de alma y de cuerpo,

que la belleza serena

grácil dádiva divina,

sin mérito propio adviertan,

preciado don a ser dado

y es forzoso mantenella

allí donde esté y bondades

y verdad junto ponellas

y así lo viven y cumplen

por la humanidad entera.

Amantes son de saberes

con la humildad verdadera

que el humano sólo sabe

que nada sabe y acepta

serenamente virtudes

que tiene sin merecerlas,

por todo lo cual su brillo

brilla más, cuanto que es prenda

natural y llana, vida

de la vida nuestra.

Soy yo la madre dichosa

que humildísima la ofrenda

de los cielos hoy recibo

y como tal la encomienda

de cuidar este teosoro

con mi vida y con mi hacienda.

Inmerecido regalo

que fue de doble prebenda

vengo a agradecer de nuevo

y a publicarlo modesta

entre amigos bien amados,

testigos desta manera

de la unión, que al grupo engrosa

amor y amistad sincera

y a ofrecer cuanto me es dado

lo mismo que recibiera,

que sólo me fue en custodia

los dos hijos que tuviera

del devenir de la vida

dos eslabones, cadena

que al universo nos une

en lazada sempiterna.

Así, humildes peregrinos

a tus torres nos llegamos

catedral de catedrales

a este recinto sagrado

a María por testigo

y a su Fijo muy amado

ponemos de aqueste enlace

de nuevo eslabón hogaño

en la cadena del mundo

fuerza del amor, amando.

Y tus gracias te pedimos

mil  y una vez humillados

al prodigarles tus dones

para los recién casados,

los burgaleses de pro,

Pablo y Ana Delia unidos

demandan ser tus ahijados

y a unirse a tus pies venidos

piden de tu amor el lazo

que jamás se desañude

Madre Protectora dando

a este amor de sus virtudes

cobijo bajo tu manto.

AMEN.