Para Luis y Casilda
trozos del alma
son los copos de nieve
de la nevada.
Para la sierra
armiños de caricias
cubren la tierra,
ríos de sangre
por sus entrañas
copos blancos de nieve,
llanto del agua
corazón de las nubes,
que se derrama.
Luis, Casilda, nubes,
tierra apretada,
por los soles curtida,
vuestros besos son copos
con que ahuecarla.
Miles, miles de copos,
florecieron de nieves
cuatro retoños.