Luis se ha ido

Luis se ha ido

Su materia, poco a poco más leve

Dejó libre la fuerza de su espíritu,

Que, a la inversa,

Fue creciendo hasta hacerse ligero y luminoso

Como girón de nube, como polvo de estrellas.

 

Y así su despedida fue silenciosa y digna

Como había vivido.

 

Poseyó el don divino del fuego creativo

Y el amor infinito por todo lo creado,

Fue afable, generoso, pacífico,

Respetuoso y bueno,

Con voluntad de esfuerzo y de constancia

Y un entrañable apego a su quehacer diario.

 

Sin interés alguno  por bienes materiales,

Sólo crear interesó sus días.

 

Deja el amor que dio y que  devolvemos

En memoria y alcance de recuerdo

De tanto y tanto bien de él recibido,

¡Tanto! ¡tanto!

Que ha de ahogar leve culpa

Si alguna cometiera

Acaso alguna vez, sin desearlo.

 

Por tal te encomendamos  a los dioses

Y rogamos eterna tu memoria

Para existencia  eterna ¡ padre mío!.