Los mozos juegan al toro
Tildados de crueldades.
Enemigo y compañero
Razones hay ancestrales
Que a Minotauros fantásticos
Anudan las potestades
De jóvenes, exigencias,
De doncellas implacables.
Son hoy los hombres remedo
Y a su medida los traen
Corren tras el viejo mito,
Vuelven a desafiarles.
Y es el toro Zeus mismo
Poderoso e implacable.
Dejad que jueguen al toro,
Que uno muera y otro mate,
La casta de hombres y dioses
La piel del toro la engarce
Que el toro rapta a Europa,
Sus descendientes lo saben
Y miden su valentía
Sin otra razón que alarde.
Juegos de niños con riesgo,
Pervivencias, disparate
De trascendentales ritos
Fogonazos de barbarie.
Bárbaros tiempos pasados,
Antes que el fulgor se apague,
La piel del toro de Iberia
Con Grecia toros comparte.
Quizás debieran los niños
Aprender de Creta el arte
Toro y humano hermanados
Vida, sacrificio, sangre.