Marina,
Sé que estás en mí
Y desde mi vigilas
Y diriges mis pasos
Y me cuidas
Y me avisas del yerro,
Marina,
En el engaño, desaliento o culpa.
Fuiste mi apoyo,
Amiga.
No te di nada a cambio
De cuanto tú me diste.
Mi deuda abierta queda
Mientras viva.
¡Tan grande fue mi error!
Tú me enseñaste
A valorar el bien y el mal humano
Y la justicia en él.
Desde él proclamo
Que te quise y te quiero
Que fuiste mi maestra de la vida.
Por muy necia que sea
Y actúe como tal,
Nunca lo seré tanto
Como contigo.
A pagar por el daño
Estoy dispuesta
Si en algo equilibrara
El peso que me inquieta.
Tú me miras impávida,
Ciegos los ojos, la pupila ciega
Y el gesto adusto.
Te suplico perdón, desde mi entraña
¡Tanto te debo a ti
Y a tantos!
¡Tanto error cometí!
¡Tanto daño he causado!
Que no hay tiempo bastante
Para recompensarlo.
Prometo no olvidar
Hoy en tu aniversario
Mientras mi mente piense
La culpa ni el agravio
Y devolver en obras tu cariño
Y tu dedicación,
¡Marina!
Siempre conmigo diosa
Te nombro de mis lares
Santa Marina
Si santidad es bondad
Toda fue tuya
Testigo soy,
Rosario.