Apuntaba el otoño sus rubores
Desvistiendo los árboles su manto;
Cuando el rosal de amor creciose tanto
Que una rama brotó de dos amores.
Vital aparición, sutil encanto,
Que la esperanza ornó de sus primores,
La fuerza del vigor, la fe de honores,
La vida de poder, la paz de cantos.
Tres y siete en la rueda de ilusiones
Vivas al riego de piedad divina,
Fe, esperanza y valor, hondas pulsiones.
La otrora rama, hoy árbol que culmina
Del rosal ocho y nueve en emociones
Vibra el tronco al amor que le imagina.