Cerramos una página del libro de la vida,
Un verano en Negrales, ocho y nueve
Cercado de cercado, lindero en el terreno
Que ahora cuida el mastín.
Hizo siete en el grupo este verano
La mastina errabunda, alicaída,
Pelada, derrumbada, de garrapatas llena,
Sola, recién parida,
Robados sus cachorros y a palos enseñada
A dejarles de amar.
Verano 89, hondo y grave, que hoy dejamos atrás.
Quiero querer que ha sido de valores profundos
Un verano de cambio,
De aceptación primaria del valor del segundo,
Del ahora en lo eterno, del apego al terruño,
De cerrados los ojos sentir la vida entorno
En silencio sonoro,
En soledad inmerso,
Unión íntima y honda de uno en el universo,
Sentimientos raíces de paz e infinitud.
Atrás de siete lunas los vencejos temprano
De encina a encina en vuelo
Nos volaron su adiós.
Hoy partimos nosotros, verano 89
Verde hoja seca vibra en pino siempreverde,
En adioses callados al salir hoy de aquí.
Verano 89 al dejar Quinta Orus
Siento dentro y profundo una amargura dulce
¡Algo ha cambiado en mí!.