Llamada para quien oye
Llamarada, fuego ardiente
Al oidor, que doliente
Amor de amada, llamada
Sólo a ti llega ferviente.
La llama prende la mente
Ya enfebrecida, se inflama
La pasión, llama a la llama
Del deseo enardecido
A Imaginación hirviente.
El sonido al buen oído
El beso al labio ceñido
Al corazón el latido
El verso al alma prendido
Sólo si hay alma hay sentido
Que los Dioses sólo entienden.
