Dos de mayo

Dos de mayo

Ojos negros, menudos, cocainojos,

Peloslacios, morfipelos frisados

Cuellicortos, cuellilargos

Patiestevados, cifósicos,

Esqueléticos y zambos

De apagados colores, mortecinos, muertos,

Negros violáceos, azules desteñidos,

Largos chales ajados,

Indios chalecos, mugrientos, acolchados,

Acromegálicas bufandas

Restos ínfimos, infames, de mantones de antaño Trasnochados.

Todo en torno de un arco en marco a  cuadro,

Arco rojizo y seco y  desvaído,

De sangre y de ladrillo.

Esqueletos, coronas multiañejas, rosquillas mayoañeras,

Hierro agudo en la puerta.

“Malasaña y vecinos”,

Canijillos chavales, los ojos desbocados

Chorizos asan, los venden sus hermanos,

Con sangría los grandes

Y mujeres  también venden jamón,

Entre pan sin sustancia, del cocido,

Al grito “¡Peatonal Malasaña deportivo!

Vecinos, ¡a la lucha del PC!

De San Justo y Pastor llega

El olor a beata de aquelarre

Y a cera

Y la anciana asturiana

Que añora las carrozas

Y teme las redadas, porque…

Bajo el arco se fuma marihuana

A diario…

Y la droga ¡qué pena!

Tan altos, tan fornidos,

Se tambalean, no andan

Difícilmente arrastran.

Este es el dos de Mayo,

Plaza del Dos de Mayo

20 horas, 2 de Mayo,

Siglo veinte.

Doy fe.