De nuevo ante la hoguera

De nuevo ante la hoguera

Casilda está a mi lado  dormitando

Con la respiración entrecortada,

El frío nos asalta lentamente…

Mientras busco empeñada la palabra

Y en ligar los  fantasmas a otros tiempos.

De nuevo ante la hoguera

Ante la chimenea

Mientras quema la leña

Se avivan los fantasmas que al corazón llamean

De fuegos interiores, que aunque son hielo queman.

Silenciosos, pacientes tras la flotante llama

Que de los troncos vuela.

Soy yo misma el fantasma con mi padre, gris perla

Impasible la encina desprende sus promesas

En lenguas mil de azules y chispas mil de estrellas.

Y las sutiles sombras a penas tenues huellas

Cenizas de otros troncos gélidas las contemplan.

Y al llamear mistérico del fuego

Se funden y confunden a mi mirada intensa

El momento inmediato de mi vida

El más allá en deseo infranqueable

Y la musa del émulo de dioses  del creador poeta.