Enfangados en el esperpento
“Memento, homo, memento”,
Antinatura, esperpento de cultura.
Capto el exquisito aliento del parador
¿Quien se para y para qué?
¿Para qué pararse digo?
Girar la rueda curiosa
Turismo, tour, gente ociosa
De acá para allá…
¿Qué es lo que es?. Me veo
Desde fuera, disfrazada
¿Quién soy y qué hago?, nada.
Lo que me venden no veo
¿Qué sea lo que el vendedor
Aceptaremos que fuere?.
¿Qué queda de lo que fue?
Lo que aparece, esperpento
Como lo veo y lo siento
No puedo aceptarlo, ¡no!
¿Acaso la farsa mía sea una farsa mejor?
¿Mi vanidad se recrea y quiere creer
Que ahora fuera estoy, dentro a la hora
Que yo deseo? ¡Gran teatro, vive Dios!
Este teatro del mundo, vanidad del corazón.
Dioses, permitid que juegue
Aun una farsa más
De la vanidad girando la rueda
Y al mundo pretexto dando
Para girar y girar.
Yo hacia la hondura quisiera
Retirarme; pero intuyo
Que vivir lleva de suyo
Salir y en la farsa entrar,
Rodar, ser rodado y vuelta
A empezar, girar, girar y girar.
Dioses, que el haber nacido
Privilegio delictivo, dijera el sabio:
¡Aceptad!.