Camino de la Sierra nuevamente
Cruzando nuestra vía con los Magos
Que llegaron de Oriente hace milenios
Y hoy Occidente a penas su recado
Transforma en magia para niños chicos.
¡Pobre Occidente!, aislado del origen
Del universo, que otra vez renace
Desde aquel punto mágico, en que el verbo
Reordenó la vida del humano.
¡Son celajes tan densos, tan dorados!,
¡Tan cálidos los fondos de poniente!
Vapores desgarrados, suspiros de titanes a los cielos
Cabellos de los dioses albos
Fundidos con los montes, azul, grises, de abajo.
Guadarrama a lo lejos, nieve blanca,
Bordeada desde el primer plano de cúmulos negrísimos
Y dragones fantásticos, gigantes, Dioses,
Quizás los mismos Magos
Piruetean al aire entre los nimbus
Blancos, grises y blancos.
¡Cuanta magia plumean las ramillas
De los desnudos álamos,
¡Y los plátanos!.
Gris por doquier, que envuelve en tenue bruma
Los rojizos tejados,
Verde y húmedo el suelo.
El frío se hace denso y muda la gárrula corriente
Del río Rama, helado.
Y un atisbo de mágica añoranza
De maternales cíclicos regazos
Caldea mis ensueños dormecidos del invierno serrano
Y me invita a la paciente espera de los rayos
Los primeros calores, prima vera,
Que barrerá los prados de nubes y de nieves,
Nueva sangre aportando.
Las aguas traerán la nueva savia
Regarán los sembrados
Despertará al bullicio nueva vida
Con el piar alegre de los pájaros.