¿Tengo que decir quien eres para que el mundo lo sepa?
¿Tal vez no bastan tus obras?
El dato y la fecha llenan
Curiosidades malsanas de hacer historia
De letras, no de vida.
¿No bastan tus obras plenas de color?
Colores, que se agolpan y penetran
Por las pupilas sutiles, por las pupilas abiertas
Sin más a la propia vida
Traducida al lienzo?
¡Qué lejos desde Méjico te pienso!,
Y te intuyo y más nítido te veo
Que si estuviera cerca
Los recuerdos se agolpan en mi mente
Y te sueño en tu estudio y en tus telas:
19 09 viste en Madrid luz primera,
El sexto de seis hermanos
De economía modesta en familia campesina,
Allá en España, en Madrid
De Carabanchel la Huerta
En años niños dijiste
Hacías tus herramientas
Con el barro tus juguetes,
Tus caballos de madera,
Tus animales amigos,
Creabas, creación cierta,
Que jamás abandonaste.
Ya de mocito, la Escuela, de Bellas Artes y … la guerra,
Nuestra gran guerra, cruzada
Del siglo, del lado rojo,
Que a defender tus ideas
Fusil y lápiz pusiste
¡Saliste vivo de aquélla!
Por testigo tus dibujos
Y el campo, concentración post-contienda
Te procuró relaciones
Con la que más tarde fuera
Tu esposa, y con ella
La familia y un testimonio,
El mío tan solo fuera.
Los otros hijos, tus cuadros,
“Cheques”, decía un amigo
Al portador.
En ellos lienzos llenaste
de noche y día,
tradujiste tus vivencias.
Del Prado, que fue tu casa ¡El mejor!,
Voces dijeran de los cinco mundos
Durante lustros…
Voces amigas, hijas de aquellas
Quieren hoy saber de ti, de tus ansias de belleza,
De tu hacer paciente y hondo
De tu pintura directa
Con garbo y brío
Que la gracia, Mengs dijera
Que era atributo divino
Fiel a tus principios, fuerza
Sin desmayo.
De tu quehacer escultórico
Hablan aun la piedra negra
De Colmenar, del retrato
De Isabel, que de hablar diera
A Catálogos Ilustres, la crítica de la época
De preguerra y los retratos
De familia a que volvieras, fiel a la cita
Para cerrar el currículo.
En pie firme,
Con los años no pierden tus óleos fuerza
¡Maestro!,
Tapizador incansable de muros
De belleza…
Tus silencios hablaban y reían
Negros rescoldos del vivir tus ojos,
Sorpresas e ilusiones tu mirada
Divino manantial vida manaba.
Cuando niño, quizás al nacimiento…
El ave creadora, errada empresa
Volar debió tu frente despejada
Buscando en su volar apresurada
De los dioses designio, clara presa.
Y quedaste por siempre aprehendido
Del hilo creador de su volar fallido.
Creciste singular
Y singular viviste
Por mil mares de azules fantasías
Solitario el patrón, frágil la nave
En pos de Icaria, luminaria suave.
Fue tu imaginación luz de tu día.
En puerto y ya varado con los años
Rebosante tu vaso de melancolía
De la fugaz promesa traicionada
Vislumbró la quimera de alborada.
Sólo el sedoso lazo complaciente
De los dioses regalo
Con quien sin culpa Fénix confundiera
A Alejandro, tu hermano,
Quedó suelto y a modo de asidero
A él me aferro ligada a tu recuerdo
Empeñada en tu empeño, compañero.